No muy a menudo el mundo de los muebles y el calzado chocan, pero esa razón no fue motivo para que el diseñador francés Ora-Ito perdiera la oportunidad de hacer de estas dos áreas un gran trabajo al diseñar un par de zapatos Nike inspirado en la silla Eames.
Tomando la icónica silla Eames Lounge 670 (una de las piezas más reconocibles en muebles de los últimos 100 años), como su inspiración, se dedicó a la creación de un diseño de calzado hipotéticamente en homenaje a los diseñadores industriales legendarios Charles y Ray Eames.
A partir de un calzado echo de Gore-Tex como la base, Ora-Ito imagina paneles delgados de contrachapado lacado para ser utilizados para construir una cáscara de madera, muy parecida a la de la silla original, con una fina capa de goma que corre por debajo. El nombre del concepto es ‘Nikeames’.
Según el mismo diseñador Ora-Ito: "Empecé la creación de productos que no existen para las marcas desde 1988", cuando tengo algo en mente y tengo tiempo libre - no muy a menudo - me gusta tener un poco de diversión. Es bueno para provocar cosas con ideas que pueden proporcionar una dirección, aunque la idea no viene como un producto real."
Exactamente no es un diseño muy práctico y cómodo de utilizar si existiera, ya que el diseño es simplemente un concepto y Nike no ha manifestado ningún signo de ningún tipo para volver la idea una realidad. Aún así, si alguna vez se preguntaron como luciría el diseño de una silla pero en los pies, ahora ya lo saben.
Walter Gropius enseñando a sus alumnos en la Bauhaus.
Leí en un articulo de Pedacitos Arquitectonicos estos ocho consejos y me parecen muy actuales e importante recordarlos, por ellos los publico en mi blog para poder tenerlos presentes, a continuación 8 Consejos que nos dejo el Arquitecto Walter Gropius:
1.- Olvídense de la batalla de los estilos y pónganse a trabajar hacia el desarrollo de una arquitectura que mejore las condiciones de vida.
2.- Proyecten edificios en que se haga uso de los dinámicos y flexibles de la vida moderna, y no para servir simplemente como monumentos al genio de quien los concibe.
3.- Diagnostiquen las necesidades efectivas del cliente y denle edificios consistentes.
4.- Háganse competentes en todos los campos de la construcción para ganar la confianza del cliente y adquirir el derecho para dirigir el equipo.
5.- Hagan mejor uso de la ciencia y la máquina para mejorar las condiciones de vida.
6.- Busquen la auténtica expresión regional, pero sin apoyarse en viejos emblemas y detalles superficiales.
7.- Lleven la enseñanza arquitectónica al campo de trabajo, para balancear mejor el conocimiento y la experiencia.
8.- Agreguen actividad comunal a las labores de la oficina para llegar a ser tan dirigentes como servidores
El fin de semana vi una gran película, EL Gran Hotel Budapest (2014) y aunque no soy critico de cine ni pretendo serlo me pareció una película espectacular, sin duda la mejor que vi del 2014.
El majestuoso y perfectamente simétrico Grand Budapest Hotel se eleva por sobre su entorno alpino con un fuerte carácter vintage, marcando el tradicional estilo de Wes Anderson, su director. La cinta -recién estrenada en Estados Unidos- se desarrolla en el año 1930, en la ciudad ficticia de Zubrowka, un lugar que Anderson llama "nuestra propia versión inventada de la Europa del Este" y se centra en la historia de uno de los conserjes del hotel, en el contexto social del período de entre guerras.
Según la sinopsis original: "The Grand Budapest Hotel cuenta la historia de Gustave H., el conserje en un legendario hotel en Europa y su amistad con una joven empleada que se convierte en su protegida de confianza. La historia trata sobre el robo y la recuperación de una importante y valiosa pintura renacentista, la batalla por la enorme fortuna de una familia y los levantamientos lentos y repentinos que transformaron Europa durante la primera mitad del siglo 20. Todo enmarcado por una vistoza y algo exagerada estética referente a los años '30, entre las dos guerras mundiales."
Pero lo que más me llamo la atención fue su humor refinado, no al que nos tiene acostumbrado el Mainstream Hollywoodense, el detalle de la trama y de cada escena, los planos que se ven, todos son un cuadro, un lienzo, una pintura; el contraste de colores fuertes como el rojo y el morado y de los paisajes pasteles y hasta lugrubes por momentos.
La disposición de los elementos en cada escena es matemática y se denota con ello el gusto del director por la estética y refleja su universo muy personal.
Otro punto aparte es el desarrollo de los personajes el contraste entre Gustave H. y Zero Moustafa, personajes inolvidables.
Por lo demás es una película que realmente recomiendo, véanla!!!