Hace un tiempo había leído acerca del "Elogio de la ociosidad" de Bertrand Russell, en la cual se plantea que la jornada laboral sea menor para así una persona pueda dedicar mayor tiempo a cultivar su espíritu, o hacer lo que realmente lo llena, es por ello que deje el trabajo de oficina, de 8 a 6 pm. de lunes a viernes, para poder trabajar para mi, con mis tiempos y mis prioridades, sin dejar de lado las obligaciones, buscando independizarme, ser mi propio jefe como se dice, para poder recuperar mi "esencia" lo que realmente me llena, me gusta hacer, como publicar post en este blog por ejemplo, o poder darme mas tiempo para leer, visitar galerías, llevar cursos de cosas que me interesen, ir a conferencias, etc., sin embargo, sabemos bien que el sistema dominante tiene como uno de sus engranajes principales la supresión de dicha humanidad, la alienación como antecedente y consecuencia del trabajo, el dinero como aparente sucedáneo de eso que se pierde al dedicar la mayor parte del tiempo a generar la ganancia de otro.
¿Pero podría ser distinto?
En algún momento de su trayectoria, el filósofo de origen británico Alan Watts, confrontó el sistema educativo preguntando a un auditorio hipotético de jóvenes estudiantes qué harían de su vida si el dinero no importara, cómo les gustaría disfrutar sus días. La respuesta, por supuesto, se encuentra en aquello que se desea realmente, en los sueños, las aspiraciones auténticas, la felicidad que nace de hacer lo que se ama.
Entonces, ¿por qué no hacerlo? ¿Solo porque creemos que el dinero es más importante? ¿Esa creencia justifica el hecho de dedicarnos a algo que realmente no queremos hacer ni ser?
La alternativa que planeta Watts tiene su propia lógica. No se trata de abrazar la vida del anacoreta que renuncia al mundo y vive, como San Antonio, de aquello que las aves traigan a nuestras manos. Watts es un tanto más realista y aventura una hipótesis: si renunciamos a lo que no nos gusta para hacer lo que nos gusta, aunque esto de inicio no nos reporte ganancia, ¿no pasará que con el tiempo dominaremos esa labor? ¿Y no se traduce casi siempre el dominio en algún tipo de recompensa?
El cómic que ahora presentamos es una adaptación de esta inquietante pregunta de Watts. Originalmente fue publicado en el sitio zenpencils, la traducción que compartimos fue elaborada para el sitio elguindilla.com
Mira. Lee. Reflexiona. Y escucha la pregunta de Watts: ¿Qué es lo que realmente deseas?
Fuente: PijamaSurf