9.4.14

Frank Lloyd Wright - El gran amante... no solo de la arquitectura.



Hoy al recordar un año mas del fallecimiento del gran arquitecto, también recordé su gran otra pasión... las mujeres.

Frank Lloyd Wright amo ladrillo, el hormigón, la madera,la piedra y las mujeres, asi como también amo su propia casa, Taliesin, en las colinas de Spring Green (Wisconsin),en la cual vivio con su amante Margaret Mamah Borthwick Cheney. Casado tres veces, Frank Lloyd Wright (1867-1959) apenas habló de aquella mujer en su autobiografía, a pesar del escándalo que supuso entonces que ambos huyeran juntos a Europa abandonando a sus respectivas familias y del trágico final de ella.


Amar a Frank (Alfaguara), libro publicado en 2009, reconstruye de la mano de la ficción histórica la vida de aquella relación, que mantuvieron como un secreto a voces.


La autora de "Amar a Frank" vive en la misma calle de Oak Park en la que a principios del siglo XX vivían Mamah Borthwick y su marido, Edwin Cheney. El matrimonio encargó una casa a un entonces joven y ya reputado arquitecto que también tenía su estudio en aquella localidad de Illinois. Frank Lloyd Wright estaba entonces casado con su primera mujer, Catherine Lee Tobin, con la que tenía seis hijos y a la que todos llamaban Kitty.

Frank Lloyd Wright y Mamah Borthwick


Nancy Horan, una versátil periodista que ha escrito sobre asuntos tan femeninos como el fondo de armario de Oprah Winfrey, el paisajismo o el cáncer de mama, decidió investigar la vida de Mamah Borthwick al comprobar que ni en las visitas guiadas para turistas ni en la autobiografía del arquitecto se hablaba de ella. Después de siete años de trabajo, Horan reconstruyó parte del rompecabezas: un joven arquitecto tocando fondo, una mujer madre de dos hijos fascinada con él y con las lecturas de la feminista sueca Ellen Key, dos matrimonios amigos y las portadas de los periódicos de la época acusando a los amantes de huir abandonando a los suyos. Él, un endiosado y ella, una vampiresa.

Todas las piezas volvieron a tomar forma cuando después de viajar por Alemania e Italia el arquitecto y su amante (la primera mujer tardó 14 años en concederle el divorcio) decidieron construirse una casa y asumir su nueva vida en los terrenos que el arquitecto había heredado de su madre y en los que había jugado de niño. En memoria de su origen galés, Lloyd Wright llamó al lugar Taliesin, que significa Cima Luminosa. Ideada como estudio y refugio para huir de los agobios financieros y sociales, la fatalidad, la sangre y las llamas se cebaban el 15 de agosto de 1914 con aquel sueño. Un sirviente, Julian Carlton, asesinó a hachazos primero a Mamah Borthwick y luego a su hija de nueve años y a su hijo de 12, ambos fruto de su matrimonio con Edwin Cheney. Carlton cerró todas las puertas de la casa menos una y le prendió fuego. Cuatro trabajadores de la finca morirían también en lo que Lloyd Wright describiría como "pesadilla de llamas y muerte de un loco".

Fuente: El País

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